Chalma, esperanza y tradición

Con la esperanza de sanar al hijo enfermo, prologar la vida de nuestros padres, curar padecimientos, mejorar las relaciones intrafamiliares, sacarse la lotería o encontrar una media naranja, los integrantes de la Unión de Obreros de Artes Gráficas de los Talleres Comerciales Similares y Conexos (UOAG), acudieron a su tradicional cita con el Señor de Chalma.

Desde antes de las seis de la mañana, los gráficos llegaron a nuestra sede sindical, en Héroes 22 Colonia Guerrero, donde fueron recibidos con pan, café y la amabilidad que caracteriza a los integrantes del Comité Ejecutivo de la UOAG.

Algunos trabajadores se hicieron acompañar por miembros de sus familias, para aprovechar el viaje y pasear con los suyos, en el segundo santuario más visitado por los creyentes en nuestro país, solo después de la Basílica de Guadalupe.

A fuera del edificio que alberga al sindicato, treinta y cinco camiones se formaron para trasladar a mil cuatrocientos devotos hasta el municipio de Ocuilán en el Estado de México, donde se encuentra el poblado de Chalma. Ahí, desde épocas precolombinas se venera a Ostoteotl, Dios de la Cueva, identificado también como Tezcatlipoca, cuyo nombre significa “espejo humeante” y representante de la idea mexica de la noche.

De acuerdo a la historia, la deidad mexica fue sustituida por un cristo negro, en 1540, cuando los frailes agustinos, llegados después de la conquista de Anáhuac, iniciaron la evangelización de los nativos, sustituyendo a los Dioses vernáculos por cristianos.

Se cuenta que una de las cuevas de Chalma contenía un ídolo cilíndrico negro de tamaño humano que estaba dedicado a Oxtoteotl, el cual tenía poderes curativos y mágicos, además que influía en el destino humano. En la época precolombina los nativos realizaban caminatas que duraban días y al llegar al santuario se bañaban en el río y bebían sus aguas antes de entrar a la cueva, venerar a la deidad y realizar danzas en su honor.

El milagro de la leyenda dice que en 1537 los frailes Sebastián de Tolentino y Nicolás Perea, de la Recolección de Religiosos Agustinos, mientras evangelizaban la región de Malinalco y Ocuilán, se enteraron de que en una cueva cercana a Chalma se veneraba a Oxtotéotl (dios de la cueva) con sacrificios humanos. Los clérigos decidieron ir a destruir los ídolos que ahí se veneraban, cuando entraron a la cueva lo que encontraron fue una imagen de un Cristo negro y los ídolos hechos pedazos.

El 18 de noviembre de 2023, la UOAG organizó y realizó la tradicional visita al Señor de Chalma, antes del mediodía los gráficos y sus familiares arribaron al templo siendo recibidos por el párroco quien les dio la bienvenida y esparció agua bendita entre el contingente. Acto seguido ingresaron al santuario donde depositaron ofrendas florales y presenciaron una misa en honor al sindicato y sus integrantes.

En rezos y oraciones al santo Señor de Chalma se le pidió salud propia y para los familiares, reconciliación, buena ventura, fortuna y amor. Algunos tocaron las imágenes otros simplemente se persignaron y salieron con la fe y la esperanza que su vida habrá de cambiar para bien.

Ya en la plaza, los gráficos degustaron de la gastronomía típica del lugar, carnitas, chicharrón, barbacoa, moles, tacos dorados, quesadillas y tamales. También, como en el pasado se introdujeron en las pozas de agua construidas exprofeso para los peregrinos.

Para las tres de la tarde, el grupo cansado pero alegre y satisfecho retornó a la Ciudad de México, a la sede de nuestro sindicato para luego regresar a sus hogares.